4 maneras de cocinar el pollo
La carne de pollo es una de las más populares del mercado, ya sea por su alto contenido en nutrientes y proteínas como por su versatilidad en la cocina. Cuando pensamos en las posibles recetas con pollo, nos imaginamos infinitas opciones como estofados, fritos, a la plancha, guarniciones… Por eso, en Bon Pollo te enseñamos distintas opciones de cocción para que puedas disfrutar al máximo de esta nutritiva carne.
Escalfado
Para obtener una carne deliciosa y tierna prueba a escalfarla. Se trata de calentar agua en una olla con la suficiente cantidad para cubrir el pollo. La clave reside en añadir verduras como cebolla, zanahoria pelada o apio. Al escalfar todos los ingredientes junto con algunos granos de pimienta, el pollo acaba adquiriendo el sabor del caldo.
Javier Fontova, profesor de hostelería, sugiere añadir especias como laurel, romero o un chorro de vino blanco para aumentar el interés gustativo de este plato. Finalmente, pondremos el agua a ebullición, colocaremos las piezas de pollo y lo dejaremos cocer durante 20 minutos.
Grill
La cocción al grill «es una elaboración muy adecuada para las dietas», asegura Fontova. Además, explica que para este tipo de cocción (a fuego alto, como en la barbacoa), es preferible usar piezas finas, como las pechugas de pollo. Debemos colocar las piezas en una fuente, situar el indicador del horno en posición de «grill», ¡y listos!
Una guarnición sana para este tipo de cocción puede ser a base de verduras a la plancha o con un acompañamiento de ajos y cebollas tiernas. Si se opta por una marinada a base de azúcar (como la famosa salsa barbacoa), es importante tener en cuenta que se quema fácilmente, así pues se deben untar las piezas con la salsa en los últimos minutos de cocción.
Al vapor
Con la técnica de cocción al vapor, la carne pierde la grasa pero mantiene todas sus propiedades nutritivas. Para realizar esta técnica, tenemos que colocar el pollo en una rejilla de bambú o metal sobre el agua hirviendo. Para que la pieza se cueza en su propio jugo, gracias al efecto del mismo vapor, situaremos el pollo en el centro de un trozo de papel de aluminio y luego doblaremos los extremos hacia dentro para que no se escape el jugo. Finalmente, introduciremos el pollo envuelto en el horno y esperaremos hasta que la carne se torne rosada (unos 20 minutos).
Fontova propone acompañar el pollo al vapor con un variado de verduras como calabacín, champiñones o judías verdes.
Asar
Aunque el asado casero se hace al horno, los cocineros profesionales usan un artilugio diseñado para este tipo de cocción. «La posición y temperatura del horno debe ser la misma que en el grill. El truco está en que la piel quede churruscada, pero sin quemarse», indica Fontova. Para comprobar el punto de cocción, agujereamos la carne, y si no sale sangre, significa que está lista. Las piezas más indicadas son los muslos (aproximadamente, 45 minutos) y las alitas (una media hora), porque son las partes más jugosas. Un buen acompañamiento para este estilo de cocción es un salteado de setas.
¡Ya está listo!
Aconsejamos utilizar un termómetro especial para la carne a fin de comprobar que está en su punto. Lo introduciremos unos 6 cm en la parte más carnosa del pollo y comprobaremos que la temperatura interna sea de al menos 75 ºC.
Para los amantes de la sabiduría popular, la técnica tradicional consiste en introducir el pincho de una brocheta y comprobar que, en primer lugar, el palo se humedece ligeramente (de lo contrario, significa que la pieza está seca) y, segundo, el líquido que sale es de color claro y sin restos de sangre. Si se están cocinando cuartos, debemos separar un poco la pierna y el muslo del cuerpo para comprobar que el color y la textura son los adecuados.