Consejos para cocinar pollo rebozado
La técnica del rebozado es una de las más típicas de la cocina y, además, es una de las más recurridas a la hora de cocinar pollo. Y sus razones son simples: es fácil de preparar, requiere poco tiempo y es de esos platos que suelen ser de los preferidos de los más pequeños. Además, son necesarios muy pocos ingredientes. En realidad, se puede empanar tan solo usando harina, pero pueden utilizarse muchos más alimentos: desde huevo y pan rallado hasta frutos secos o panko. ¡En este artículo te mostramos varios trucos y técnicas para conseguir un plato exquisito!
Elegir y cortar bien la pieza
Como en toda receta, el primer paso antes de comenzar a cocinar es escoger bien la pieza que trabajaremos. Como ya hemos explicado en anteriores ocasiones, la característica que nos dice si un pollo es de calidad es, principalmente, su color. Los tonos blanquecinos o amarillentos significan que el pollo es de calidad, bueno y fresco.
Además, debemos elegir la parte del animal que prepararemos. Para elaborar pollo rebozado, la mejor parte es la pechuga, ya que es una de las zonas más tiernas.
Pero no solo tenemos que cuidar la pieza que vamos a cocinar. También tenemos que vigilar el corte que haremos. Esto es esencial dependiendo de la elaboración que vayamos a preparar, pues no es lo mismo cortar para realizar pollo al wok, tiras de pollo o brochetas. De este paso dependerá en gran medida el éxito del plato.
El aceite, a 180 °C
Uno de los secretos del rebozado es la temperatura del aceite. Este tiene que estar a unos 180 °C, ya que, si está más frío, tardará más en tostarse y absorberá mucho más aceite, por lo que quedará muy grasiento. Por el contrario, si está más caliente, se quemará por fuera, pero por dentro estará crudo. 180 °C es la temperatura ideal para que el empanado no quede demasiado aceitoso, quede dorado y esté bien cocinado por dentro. Este detalle es importantísimo para conseguir el crujiente que tanto nos gusta.
También es esencial el tipo de aceite en el que freiremos el pollo. El único que no te aconsejamos para freír es el aceite de oliva virgen extra, porque es demasiado fuerte y su sabor puede llegar a tapar el de los propios alimentos. A partir de ahí, puedes elegir si prefieres freír en un aceite vegetal (el de girasol es el más común) o en aceite de oliva.
¿Qué tipo de harina utilizo?
Hay muchísimos tipos de harinas, pero no todas ellas valen para rebozar. La más común es la de trigo. Sin embargo, hay otras que también son interesantes para cocinar rebozados y que dan unos resultados estupendos debido a sus diferentes texturas y sabores.
Las harinas de garbanzo o de soja son unas alternativas que podemos emplear y pueden ser muy útiles en muchísimos hogares por una razón alimentaria realmente importante: no contienen gluten. La primera de ellas, no es tan elástica, pero es cremosa y le aporta a la receta un sabor diferente. La segunda, por su parte, es más densa y una muy buena alternativa, ya que absorbe mucho menos aceite que la de trigo.
Por otro lado, también tenemos la harina de tempura, que no es una harina como tal. Es un preparado compuesto de harina de trigo, levadura, almidón y yema de huevo en polvo que va muy bien para cocinar fritos y rebozados.
Más allá de la harina, el huevo y el pan rallado
Cuando tenemos que rebozar pollo (o cualquier otro alimento), automáticamente nuestra cabeza casi siempre piensa en harina, huevo y pan rallado. No nos engañemos, esta receta es increíble y económica. Pero podemos ir más allá e incorporar otros ingredientes para obtener diferentes texturas y sabores y que el plato siga siendo económico. Aquí te dejamos algunos de ellos:
- Frutos secos: nueces, almendras o pistachos son algunos de los alimentos que podemos incorporar. Además, los podemos añadir al pan, al huevo y a la harina o, en cambio, sustituirlo por el pan y que sea la base de nuestro rebozado. Gracias a ello, conseguiremos una textura muy, pero que muy crujiente y un sabor único.
- Panko: es el estilo japonés de pan rallado. A diferencia del que consumimos en occidente y en el que se aprovecha todo, este se elabora utilizando únicamente con la miga, que se hornea una vez está triturada. Este tipo de pan nos puede venir genial para hacer rebozados como el que empleamos en este poke bowl de pollo crujiente.
- Queso parmesano: este alimento es más típico en la gastronomía cuando se trata de empanar. De hecho, cuando rebozamos a la milanesa, empleamos harina, huevo y pan rallado mezclado con queso parmesano.
- Nachos: en las redes sociales, hubo un tiempo en el que se viralizaron recetas con empanados basados en este ingrediente típico de la gastronomía mexicana. Es una gran opción para llevar a cabo esta elaboración, ya que la textura es deliciosa y el sabor es muy diferente al habitual. Para ello, machacaremos los nachos hasta hacerlos casi polvo. Luego, empanaremos los trozos de pollo en harina, los bañaremos en el huevo y, finalmente, los pasaremos por los nachos.
Siguiendo estos trucos y consejos, lograrás preparar una receta deliciosa y novedosa de uno de los platos más recurridos y fáciles de hacer de nuestra gastronomía. Además, con las harinas y los alimentos alternativos que te sugerimos, darás nueva vida a tus rebozados de pollo.
Si te ha gustado este artículo, ¿por qué no echas un vistazo al resto de consejos que tenemos en nuestro blog?