Consejos para filetear pechugas de pollo de forma rápida y sencilla

Existen infinitas recetas y modos de cocinar un alimento tan rico y saludable como es el pollo, pero uno de los secretos para que tus platos sean irresistibles recae en cómo cortas la carne.  

Por eso, hoy te compartimos unos cuantos consejos sobre cómo filetear una pechuga de pollo. Así podrás aplicarlos cuando estés cocinando y preparar las piezas a tu gusto y de la forma que se adapte más a tus platos.

Elige la pechuga de pollo adecuada

La carne de pollo es la segunda más consumida en todo el mundo, ¡y con razón! Nos aporta muchas proteínas, vitaminas y minerales, tiene poca grasa y, además, activa nuestro metabolismo. Por eso, debemos saber elegir piezas de calidad y conocer cuáles son las que mejor se adaptan al plato que queremos preparar.

Un indicador infalible de la calidad de la carne es su color. Cuando se trata de pollo, un tono blanco o amarillento significa que la pieza es buena y fresca. 

Prepara la pechuga antes de cortarla

Antes de empezar, asegúrate de que estás utilizando el cuchillo adecuado. Debe ser fino y estar bien afilado. Empieza preparando la pieza, retira todas las nervaduras que encuentres a primera vista. Ayúdate de la punta del cuchillo para limpiarla y separar los trozos de cartílago que encuentres. En el caso de que la carne tenga partes rojas, quítalas también, así como las pequeñas venas que puedas encontrar. 

En ocasiones pueden vender la pechuga junto con el extremo del ala del pollo. Para prepararla es mejor pedir que te la separen, pero, si no, con un simple paso puedes hacerlo tú. Utiliza la punta del cuchillo para buscar la articulación y cortar guiándote por ella. De esta forma conseguirás obtener solo la carne, que es la parte que nos interesa. 

Empieza a filetear

Ha llegado el momento de ponerse manos a la obra y empezar a cortar. Antes de nada, es importante que decidas qué quieres cocinar para definir el grosor de los filetes que prepararás. 

Una vez lo tengas claro, coloca la carne en una superficie que no sea resbaladiza; te recomendamos que lo hagas encima de una madera de cortar. Sujeta bien la pieza con la palma de la mano por la parte más gruesa. Pero ve con cuidado, nunca le muestres las puntas de los dedos al cuchillo.

Introduce poco a poco el cuchillo, no por la punta, emplea todo el filo. Fíjate en la dirección del corte, debe ir siempre paralelo a la mesa para conseguir un filete lo más uniforme posible. Procura hacer cortes limpios, te será más fácil si no mueves el cuchillo en exceso. Repite este procedimiento dándole la vuelta a la pieza hasta obtener el número de pechugas que necesites.

El toque final

Cuando ya tengas todos los filetes cortados, puedes utilizar un machacador para dar uniformidad a las piezas. Golpea suavemente la carne para emparejar las partes más gruesas y las más delgadas, ve con cuidado de no agujerear las pechugas, la carne tierna es muy delicada.

Si no vas a cocinarla inmediatamente, es muy importante que la conserves correctamente. Ayúdate de separadores para que los filetes no se junten. De este modo podrás guardarlos todos juntos y dividirlos con facilidad en el momento en que los vayas a preparar. También puedes envasarlos al vacío y congelarlos sin problema. 

Existen muchísimas maneras originales de cocinar las pechugas de pollo: cocidas, marinadas, rellenas… ¡Pon en práctica tu fileteado preparando la receta que más te guste!