
Te proponemos sumergirte en la cocina tradicional y preparar estos muslos de pollo guisados en salsa de tomate y albahaca. Una receta que te transportará a los mejores momentos de tu infancia, cuando veías el mundo a través de los ojos de un niño y disfrutabas de los pequeños placeres del día a día.
Además, este plato es ideal para compartir con tu círculo más cercano y aprovechar el momento de comer para dedicar tiempo a tus personas queridas.
Un consejo: no olvides servir los muslos de pollo guisados bien calientes y acompañados de pan. Es el complemento perfecto, ya que no querrás dejar nada en el plato.
Elaboración
- Pelar y cortar las cebollas, los dientes de ajo y las zanahorias en dados pequeños (brunoise). Reservar.
- Lavar y cortar el pimiento (sin las partes blancas y las semillas), en dados pequeños (brunoise). Reservar.
- Rallar los tomates. Reservar.
- Lavar bien las alubias blancas. Reservar.
- Calentar un poco de aceite en una cazuela y dorar los jamoncitos de pollo con unas hojas de laurel a fuego medio. Salpimentar y reservar.
- En la misma cazuela, sofreír las cebollas y los ajos a fuego medio.
- Desglasar con la salsa de soja y el vino tinto. Subir el fuego para que se evapore el alcohol.
- Incorporar las zanahorias y el pimiento. Rehogar durante un par de minutos a fuego medio.
- Añadir los tomates rallados y la pasta de tomate. Mezclar y cocer todo junto durante 6-8 minutos. Salpimentar e incorporar una pizca de hierbas provenzales.
- Incorporar los jamoncitos de pollo, las aceitunas, las alubias y el caldo. Tapar y cocer durante 25-30 minutos a fuego medio-bajo. Rectificar al gusto.
- Para emplatar, servir los jamoncitos de pollo guisados en salsa de tomate en un plato y acompañar con un poco de pan.
Si los muslos de pollo son tu devoción los cocines como los cocines, te encantará esta receta de jamoncitos de pollo con shiitake y anacardos.